Morosidad
El administrador de finca tiene como primera obligación llevar un control exhaustivo del cobro de los recibos para así poder detectar al vecino moroso. Una vez identificado procede a ponerse en contacto con él, pero si no atiende tendría que enviarle una carta certificada o un burofax. En la junta y hasta que el moroso se ponga al corriente de pagos, el impago debe ser uno de los puntos de la orden del día de la junta puesto que habría que tomar acciones judiciales. Después de esta junta, el administrador mediante un burofax, le comunica al moroso que tiene 15 días para pagar la deuda que ha contraído. Si no procede en el pago, se entrega el expediente a un abogado para que interponga el procedimiento monitorio en el juzgado.
